Antonio Guiteras Holmes parecía destinado a ser un farmaceútico distinguido. Venció los exámenes finales de su Doctorado en Farmacia en agosto de 1927 con calificación de sobresaliente y el 25 de ese mismo mes, cuando contaba sólo con 20 años recogió su título en la Universidad de La Habana.
Pero Tony percibía que más allá de fórmulas y medicamentos, su país necesitaba un cambio total. Ya antes de graduarse, había sufrido prisión por protestar contra el orden existente.
En pocos meses había montado ya un negocio en Pinar del Río, donde residía su familia tras haber regresado de Estados Unidos de América. Aunque fracasó y tuvo que buscar empleo como viajante, no dejó de involucrarse más y más en la acción revolucionaria contra la tiranía de Machado, hasta organizar y participar en acciones armadas contra dicho gobierno.
Antonio Guiteras Holmes se convirtió, con su accionar, en el paradigma del revolucionario cubano de los años 30. Reflexivo, pero decidido a cambiar el orden de cosas existentes en ese entonces en Cuba. Al convertirse en secretario de gobernación del efímero gobierno de los 100 días a finales de 1933, en ese breve tiempo atacó duramente a decreto limpio el orden de cosas de una república donde los monopolios yanquis campeaban a sus anchas
Derrotado aquel gobierno por la manipulaciones yanquis y la traición de un sargento devenido coronel, Guiteras no cejó en su lucha, y cayó combatiendo con sólo 29 años, víctima de la traición, mientras buscaba salir del país para regresar luego a continuar la lucha. Para entonces, ya había dejado su huella en la historia de Cuba.
Tony Guiteras nació un 22 de noviembre de 1906. En homenaje a su figura, hoy es el Día del Farmacéutico Cubano.
Sus herederos en ese campo de la ciencia y la producción, en nuestro pais, no cejan en sus esfuerzos de garantizar suministros médicos a la nación, en medio de feroces circunstancias impuestas, en su mayoría, por el mismo enemigo externo contra el que en su momento luchó Tony.